diumenge, d’agost 05, 2007

Evasió

L'evasió d'impostos, per norma general, em sembla un imperatiu moral de la mateixa categoria que l'objecció de consciència a l'hora de fer el servei militar. Si pogués montaria una fundació dedicada a donar suport legal de primer nivell a tot ciutadà acusat d'evadir impostos. Una bona manera d'incentivar-ne la pràctica, de socialitzar-ne l'accés. Perquè m'entenguin: que les despeses en advocats no siguin un obstacle per mirar d'evadir tants impostos com es pugui. Una manera prou ràpida d'acabar amb el tinglado de l'Estat del Benestar és potenciar la insubmissió fiscal generalitzada de les classes mitjanes-altes, que són qui al cap i a la fi aguanten sobre les seves espatlles tot aquest robatori institucionalitzat, amb la suor del seu treball diari, amb anys de sacrificis, formant-se, aprenent, lluitant sense descans per ser algun dia més productius, perquè encabat vingui el Leviatan i els confisqui el fruit del seu treball i si protesten i miren d'evitar-ho: a la presó, presó que no cal dir que han fer possible ells mateixos. Aquesta és la veritable injustícia del món d'avui. D'aquí hauria de venir la veritable revolució, d'aquells que paguen cada any desenes o centenars de milers d'euros al monstre col·lectivista tant si volen com si no.
Dit això, una reflexió: no hi ha ésser més repugnant i miserable al món que un socialdemòcrata que evadeix impostos. Si algun d'aquests ciutadans acusat d'evasió resulta que simultàniament a les pràctiques evasives ha defensat, directa o indirectament, res que tingui a veure amb la socialdemocràcia o la redistribució coactiva de la riquesa, no descansaria fins que l'Estat li hagués confiscat fins a l'últim calçotet de l'armari i s'hagués d'arrossegar pels passadissos de Can Brians vestit de color taronja. Fill de puta.

6 comentaris:

Anonymous Anònim ha dit...

Hola Jordi, per si t'ha passat per alt aquesta entrevista...
LA CONTRA"¿Cuánto quiere pagar?"Tim Harford · Economista
IMA SANCHÍS - 05/08/2007

¿Por qué todo es tan caro?

- Los comercios averiguan de manera muy inteligente qué cobrarle a qué publico.

- ¿Los precios no se corresponden a la realidad?

- Si hubiera un mercado perfecto en el que el coste y el valor fueran idénticos, sería fantástico.

- Se lo preguntaré de otra manera: ¿de qué depende el precio de un cafecito?

- De donde esté ubicada la cafetería.

- Hábleme del sinsentido del precio de las judías verdes.

- Los vendedores, desde las grandes compañías hasta el pequeño comerciante, separan a los pobres de los ricos. Buscan un público para el que las verduras puedan ser un lujo y tienen estrategias de mercado para convertirlas en lujo. El consumidor que quiera pagar menos tendrá que buscar cómo y le aseguro que encontrará.

- En ciudades como Londres, París o Barcelona ir al mercado es un lujo.

- Sé que hay gente en Londres que ni siquiera se plantea las cuestiones que usted me hace, gente para la que no es una prioridad encontrar vegetales o fruta barata, así que están dispuestos a pagar lo que los listos vendedores les pidan.

- ¿El precio de los pañales se corresponde a lo que valen?

- El coste del pañal es muy bajo, pero el valor es enorme, el arte es dónde se coloca el precio. Es un producto que tiene diferentes precios y diferentes públicos. Mi mujer, por ejemplo, compra pañales orgánicos, ¡carísimos!

- Los precios de las cosas básicas, ¿no deberían ser menos relativos? - Dependen de la marcha de los mercados, de las bolsas. Las innovaciones tecnológicas en Japón o en California, o el auge de China influye en los precios.

- ¿De los pañales?

- Sí; es la fuerza del mercado. Los productos tecnológicos (televisores, vídeos, móviles, MP3...) bajan de precio y, en comparación los de primera necesidad van subiendo.

- Pues no lo entiendo.

- ¿Sugiere usted que los altos beneficios son un signo de que las empresas se aprovechan de los consumidores?

- Sí.

- Pues no va desencaminada, porque si bien las personas pueden elegir, también es cierto que las empresas realizan exhaustivos análisis para atrapar a los clientes que tienen una actitud indiferente con respeto al precio de determinados artículos.

- ¿Podríamos llamarlo engaño?

- En realidad podemos elegir, pero fíjese en el fenómeno de las rebajas: miles y miles de compradores que adquieren más productos de los que necesitan, únicamente porque las grandes marcas les han dicho que tienen un coste muy inferior al de su fabricación.

- Ya veo; la culpa es siempre del consumidor.

- No se moleste, pero hay que comparar precios, pensar por uno mismo y no olvidar, aunque te lo disfracen, que el fin del mercado es sacarle dinero al consumidor.

- ¿Cuánto más dinero se gana menos se trabaja?

- La evidencia no sustenta esa afirmación. Se está observando en Estados Unidos y se empieza a observar en Europa una división de la economía en una clase que trabaja mucho y hace mucho dinero, y una clase que trabaja menos horas y gana mucho menos.

- Los directivos tienen tiempo de jugar a tenis, los subordinados ganan menos y no tienen tiempo para pelotas.

- Hay una teoría para eso, la teoría del campeonato. Rafa Nadal gana el Open de Francia y recibe un cheque que es una recompensa por lo que ha hecho. Lo mismo ocurre en las organizaciones, el jefe ha ganado su recompensa, que es su gran salario, y es una manera de motivar a los empleados para que se esfuercen.

- Lo que popularmente llamamos el burro y la zanahoria.

- La teoría, muy seria, sostiene que cuanto más asco da la vida de lujo del jefe, más ganas tiene el empleado de llegar hasta ahí.

- ¿Cuál es su consejo para quien no quiere vivir endeudado?

- Tiene que ver con los estudios realizados por los economistas de cómo reaccionamos los consumidores ante las tentaciones. Nos ofrecen por ejemplo dos alternativas de películas: Shrek o la trilogía de Kieslowski (Rojo, Blanco, Azul);o comernos una chocolatina o una manzana.

- ¿?

-A corto plazo lo que querremos es ver Shrek y comernos la chocolatina. A largo plazo lo que nos hará mejores personas, más cultos, más inteligentes y más sanos es ver la trilogía de Kieslowski y comernos la manzana. Tenemos distintas decisiones para lo que es el corto y el largo plazo. Si no quiere deudas, elimine los deseos a corto plazo.




domingo, 05 de agosto de 2007

Revista | página nº 12 Más Noticias de
Revista

"Sin tele y en bici"
Fue el primer socio de Meter Martin en la revista ´Financial Times Magazine´, donde elabora un par de columnas; en una responde las dudas económicas de los lectores. La otra, ´The undercover economist´, da título a su libro - en la lista de los más vendidos en Reino Unido y EE. UU.- y cuyo subtitulo en inglés es: ´Por qué los ricos son ricos, los pobres son pobres, y usted no podrá nunca comprar un coche usado decente´. Este es su tono y su contenido, cómo las necesidades económicas modelan nuestra vida sin que nos demos cuenta. Personalmente, Harford compara sistemáticamente precios, no usa marcas, se ha deshecho de su televisión, va a trabajar en bicicleta y su bebé consume pañales orgánicos

12:43 p. m.  
Blogger Moré ha dit...

Et afig la mateixa pregunta que a l'espiadimonis: li debem alguna cosa a la societat?

3:46 p. m.  
Blogger Xevi ha dit...

Estic d'acord amb lo d'evadir impostos.

8:18 p. m.  
Anonymous Anònim ha dit...

Jordi, els escrits del X.S.M. entren amb vaselina per un tub. Als teus sembla que hi ha gent a qui se li atraganten. No sé què recomanar-te, però alguna cosa et cal...

9:47 p. m.  
Blogger Guillem Casas ha dit...

Jojojo!! La teva reflexió final és per treure's el barret! Fins l'últim calçotet diu, jaja!

Totalment d'acord.

12:23 a. m.  
Blogger Xevi ha dit...

Estic llegint el llibre de l'Economista Camuflado d'en Tim Harford, i la veritat el trobo massa socialista i esquerranoide pel meu gust.

3:58 p. m.  

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