Nos lo han vuelto a hacer (versió pels votants d'ERC)
Debéis de estar contentos, votantes de la Izquierda Republicana. Con vuestro voto el señor José Montilla, un cordobés afincado en Sant Just Desvern, castellanohablante sin ambigüedades, ocupará el cargo que dignificaron en su día hombres como Francisco Macià, Luís Companys (aunque sea sólo por su muerte) y Jorge Pujol. Sois vosotros, y sólo vosotros, los responsables que a partir de ahora en el despacho de la plaza de San Jaime la lengua de trabajo no sea el catalán y que nuestro presidente sea un completo inútil, prácticamente analfabeto e incapaz de resistir sin insultar una entrevista incómoda. 30 años después de la muerte de Franco nos despertamos del sueño catalanista, el castellano volverá a ocupar las más altas esferas de la política del noreste peninsular, para utilizar la nomenclatura de los nuevos tiempos políticos, que vosotros, que osáis llamaros independentistas, habéis hecho posibles.
No tenéis ya excusa, ahora no vale escudarse en la pretendida equidistancia. El día 1 votasteis unos diputados que sabíais perfectamente que servirían para investir a Pepe Montilla presidente de la Generalidad. La elección fue vuestra: Mas o Montilla, Cataluña o España. No habéis dudado ni un instante: el coche oficial antes que la libertad de vuestra tierra. Una advertencia a todos los nuevos votantes del tal Montilla (vía ERC): no volváis a hablarme de independencia, nunca más, no volváis a qüestionar el compromiso nacional de Convergencia, no oséis volver a mencionar el acuerdo CiU-PP de 1996. Acabáis de entregar la más alta magistratura de Cataluña a un destacado dirigente del PSOE. Si yo hubiera votado ERC, Dios me libre, no podría volver a mirarme al espejo durante una larga temporada.
Teníamos, seguramente por última vez, la posibilidad de un acuerdo catalanista, los dos partidos catalanes juntos y avanzando hacia la libertad de Cataluña. Sumábamos 69 diputados, 69 diputados que creían en una idea de nación, que amaban un país y estaban dispuestos a defenderlo.
Habéis dicho no. Buenos días a todos, pues. El sueño de una Cataluña libre se desvanece y en la oscura y helada madrugada que ve nacer el nuevo tripartito es José Montilla quién nos prepara el café, el café para todos, antes de salir a coger el metro hacia el trabajo, sumidos en la más gris de las miserias, la miseria de un país que no cree en sí mismo i no sabe mas que ir tirando. Llegará un día en que miraremos atrás y no sabremos ni quiénes somos ni de dónde venimos, un día en qué el bon dia dará paso al buenos días. Un día, tarde o temprano, en que finalmente dejaremos de existir.
Muchas gracias, votantes de ERC. Vosotros lo habéis hecho posible.
Nota: De hoy en adelante siempre me dirigiré a vosotros, votantes de Izquierda Republicana de Cataluña, en lengua castellana, a fin y efecto de facilitar vuestra adaptación al presidente de Cataluña que habéis elegido.
No tenéis ya excusa, ahora no vale escudarse en la pretendida equidistancia. El día 1 votasteis unos diputados que sabíais perfectamente que servirían para investir a Pepe Montilla presidente de la Generalidad. La elección fue vuestra: Mas o Montilla, Cataluña o España. No habéis dudado ni un instante: el coche oficial antes que la libertad de vuestra tierra. Una advertencia a todos los nuevos votantes del tal Montilla (vía ERC): no volváis a hablarme de independencia, nunca más, no volváis a qüestionar el compromiso nacional de Convergencia, no oséis volver a mencionar el acuerdo CiU-PP de 1996. Acabáis de entregar la más alta magistratura de Cataluña a un destacado dirigente del PSOE. Si yo hubiera votado ERC, Dios me libre, no podría volver a mirarme al espejo durante una larga temporada.
Teníamos, seguramente por última vez, la posibilidad de un acuerdo catalanista, los dos partidos catalanes juntos y avanzando hacia la libertad de Cataluña. Sumábamos 69 diputados, 69 diputados que creían en una idea de nación, que amaban un país y estaban dispuestos a defenderlo.
Habéis dicho no. Buenos días a todos, pues. El sueño de una Cataluña libre se desvanece y en la oscura y helada madrugada que ve nacer el nuevo tripartito es José Montilla quién nos prepara el café, el café para todos, antes de salir a coger el metro hacia el trabajo, sumidos en la más gris de las miserias, la miseria de un país que no cree en sí mismo i no sabe mas que ir tirando. Llegará un día en que miraremos atrás y no sabremos ni quiénes somos ni de dónde venimos, un día en qué el bon dia dará paso al buenos días. Un día, tarde o temprano, en que finalmente dejaremos de existir.
Muchas gracias, votantes de ERC. Vosotros lo habéis hecho posible.
Nota: De hoy en adelante siempre me dirigiré a vosotros, votantes de Izquierda Republicana de Cataluña, en lengua castellana, a fin y efecto de facilitar vuestra adaptación al presidente de Cataluña que habéis elegido.
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